miércoles, 9 de marzo de 2011

Basilea III

Hola a todos de nuevo!!
Hoy estoy aquí para hablaros sobre Basilea III, pero no sin hacer antes una introducción sobre cómo surgió.

El Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS) es una organización internacional que fue fundada por los Acuerdos de La Haya en el año 1930. Fomenta la cooperación monetaria y financiera internacionales, sirve de banco para los bancos centrales y es la sede del Comité de Supervisión Bancaria. El Comité es el órgano que desarrolla las normas generales de supervisión, con el objetivo de mejorar la calidad de la supervisión bancaria a nivel global.

En 1988, el Comité aprobó el primer Acuerdo de Capital de Basilea ('Basilea I'). En este momento se introdujo por primera vez el concepto de coeficiente de solvencia, estableciendo unos recursos propios mínimos del 8%. Este Acuerdo fue adoptado prácticamente por todos los países que tienen activo un sector bancario internacionalmente, y se convirtió en un indiscutible referente del sector financiero mundial.
Desde su publicación, el Comité llevó a cabo mejoras, revisiones y modificaciones del marco inicial de capital, ampliando la base de riesgos que generaba requerimientos de capital.
Pero hasta finales de los años 90 no fue cuando el Comité planteó la primera reforma sustancial del Acuerdo de Capital. En junio de 1999, el Comité publicó una propuesta de revisión del Acuerdo. Esta revisión dio lugar al actual Tratado de Capital, que fue aprobado y publicado definitivamente el 26 de junio de 2004, conocido con el nombre de 'Basilea II'. Este marco, que entró en vigor en 2008, introduce tres pilares sobre los que está edificado:

- Pilar I: Requerimientos mínimos de capital: Constituye el concepto básico de coeficiente de solvencia y es el desarrollo de 'Basilea I'.

- Pilar II: Proceso de Supervisión Bancaria: Este pilar, introducido por 'Basilea II', reconoce el papel fundamental de los organismos supervisores (el Banco de España, en el caso español), y su potestad (capacidad) para analizar las necesidades de capital de cada entidad a partir de su situación específica y su perfil de riesgo. También demanda requerimientos individualizados con igual carácter obligatorio que el mínimo establecido en el Pilar I.

- Pilar III: Transparencia o Disciplina de Mercado: Este tercer pilar, al igual que los dos anteriores, introducido también por 'Basilea II', persigue propiciar una mejor gestión del riesgo, al mejorar la transparencia de la información, de manera que el perfil de riesgo y su gestión puedan ser sometidos a la disciplina de mercado.


BASILEA III
La situación de crisis actual ha sacado a la luz una serie de debilidades que tiene el Sector Financiero Global, lo que ha creado la necesidad de fortalecer la base de capital y proporcionar estabilidad en el Sector. Para esto, el 17 de diciembre de 2009, el Comité de Basilea publicó dos documentos consultivos sobre "Refuerzo de la resistencia del Sector Bancario" y " Marco Internacional para la gestión, valoración y seguimiento del riesgo de liquidez", que proponen una serie de mejoras de la actual situación. Estas mejoras son las que se conocen como 'Basilea III'. Las propuestas que se plantean en estos documentos son:

* Necesidad de incrementar la calidad, consistencia y transparencia de los componentes que constituyen el capital; para garantizar que éste pueda ser suficiente, sólido y estable para hacer frente a las necesidades de momentos de estrés.

* Simplificación y complementariedad de los indicadores que puedan avisar de altos niveles de apalancamiento, mediante la introducción de una ratio de medición sencilla.

* Introducción de un marco de liquidez reforzado creando dos medidas cuantitativas para medir el riesgo de liquidez asumido: una ratio de cobertura de liquidez a 30 días que garantiza la resistencia a corto plazo y otra medida de liquidez estructural a más largo plazo, para fomentar la constitución de estructuras estables de financiación.

Para cubrir el primer objetivo, el Comité de Basilea define de una forma mucho más estricta los componentes de capital que cualifican la solvencia, su clasificación y valoración y, a la vez, aumenta los requisitos exigibles a los compromisos asumidos que constituyen un mayor nivel de riesgo. Así pues, este Comité endurece muchísimo las exigencias, haciendo incrementar el capital de mayor calidad sin poner en riesgo el negocio: el 'Core Tier I', ahora renombrado como 'Common Equity Capital' o 'Capital Patrimonial'.

Por lo tanto, se refuerzan las exigencias respecto al Capital Patrimonial, eliminando todo elemento cuya capacidad de absorción de pérdidas puede estar limitada. El Tier II queda claramente establecido como un componente de segunda clase, reduciendo su importancia para la actividad continuada del negocio.

Los principales cambios propuestos son los siguientes:

1. Exclusión de los Intereses Minoritarios del 'Capital Patrimonial'. Esta medida se justifica por que la capacidad de absorción de pérdidas está limitada a los negocios de la filial que los aporta, lo que limita su consideración de capital accesible para todo el grupo.

2. Deducción del Capital Patrimonial de una serie de impactos que actualmente se reducen al 50% de Tier I y al 50% de Tier II. Entre estas deducciones están las participaciones significativas en entidades financieras y compañías de seguros no integradas en el perímetro de consolidación y el exceso de pérdidas esperadas respecto a fondos de insolvencia efectivamente constituidos.

3. Introducción de una nueva deducción a realizar del 'Common Equity Capital'. El hecho de que se proponga su deducción significa que el Comité de Basilea no está convencido de la recuperación final de estos activos fiscales. Si Basilea penaliza el tratamiento de estos activos a efectos de solvencia, desincentivará la creación de este tipo de provisiones. Sin embargo, el propio documento consultivo dice que uno de los objetivos de la reforma es la constitución de provisiones anticíclicas que permitan enfrentar los malos tiempos del ciclo con solidez y tranquilidad.


Se incrementan también las exigencias establecidas para aceptar la computabilidad del capital híbrido (las participaciones preferentes) como Tier I. Se establece que no puede haber incentivo a su amortización y que la entidad es quién decide cancelar los pagos de las mismas en cualquier momento.

El nivel de exigencia de Basilea III es enorme, y el borrador no establece un nivel mínimo que se exigirá para el Capital Patrimonial, si bien se cree que rondará del 6 al 8% a nivel total (Tier I + Tier II) y el 4% actual para el total Tier I. Así la Gran Banca Europea que ronda el 8,5% de 'Core Tier I' actual, reduciría su nivel hasta el 5%.

Para finalizar, decir que Basilea III es un borrador de intenciones y aunque en el fondo sí esté justificado, parece que el momento actual no es el más indicado para incrementar las exigencias de solvencia tan fuertemente. Eso es lo que ha convertido a Basilea III en una preocupación muy grande para el sector financiero que está esperando la definición final y un calendario definitivo de entrada en vigor.

Bibliografía:
Normativa y Regulación Caja Madrid.
http://en.wikipedia.org/wiki/Basel_III

Aunque este es uno de los temas más difíciles de tratar, espero que se os haya quedado algo de esta idea.

Un saludo! :)

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